¿Qué tipo de entrenamiento de alta intensidad utilizar para obtener los mayores beneficios?

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El entrenamiento de alta intensidad en sus diferentes modalidades ha mostrado ser, al menos, tan efectivo como el entrenamiento continuo de baja intensidad para mejorar el rendimiento, así como para diversos marcadores de salud. ¿Pero conocemos qué tipo de entrenamiento de alta intensidad podría inducir mayores beneficios a nivel de rendimiento?

El entrenamiento interválico de alta intensidad (HIIT) y el entrenamiento de sprint repetidos (SIT) se han instaurado como una pieza fundamental tanto en los programas de entrenamiento en el ámbito competitivo como en el de la salud. Este tipo de ejercicio ha mostrado ser más o, al menos, igualmente efectivo que el entrenamiento continuo de baja intensidad para mejorar el rendimiento (consumo de oxígeno, velocidad…), así como para mejorar diversos marcadores asociados a una mayor salud (sensibilidad a la insulina, capacidad funcional…).

Los especialistas en ejercicio nos vemos en la necesidad de programar diversas variables de este tipo de sesiones (principalmente la duración y la intensidad de los intervalos y los descansos) con el fin de variar el estímulo de entrenamiento, maximizar los beneficios obtenidos y conseguir una mayor adherencia por parte del deportista. Por ello, es importante conocer qué tipo de sesión de alta intensidad aporta mayores beneficios a nivel de rendimiento.

Un estudio publicado en el European Journal of Sport Science (1) comparó en un grupo muy numeroso (n=55 deportistas recreacionales) los efectos de distintos tipos de entrenamiento durante 6 semanas. En concreto, los sujetos fueron divididos en grupo HIIT (4-6 series de 4 minutos al 100% de la velocidad conseguida en 3000m, con 4 minutos de recuperación), grupo SIT (7-12 series de 30 segundos al 130% de la velocidad conseguida en 3000m, con 2.5 minutos de recuperación) y grupo control (30 minutos de carrera continua al 75% de la velocidad en 3000m), entrenando todos ellos 3 veces a la semana. Tras las 6 semanas de entrenamiento, los resultados mostraron que aunque todos los grupos mejoraron los tests realizados (tiempo en 3000m y en sprint de 40m, y capacidad para realizar sprints repetidos), el grupo SIT fue el que mayores mejoras obtuvo en todos los casos.

Por otro lado, otro grupo de investigación (2) comparó los efectos de diferentes sesiones de SIT en las adaptaciones producidas. Para ello, 36 sujetos fueron asignados a un grupo de SIT que realizaba 4-6 series de 30 segundos a tope con 4.5 minutos de descanso, un grupo que realizaba el mismo número de series y con el mismo descanso pero en este caso de 15 segundos a tope, o un grupo que realizaba carrera continua durante 60-75 minutos. En todos los casos entrenaron 3 veces a la semana durante 4 semanas. Los resultados de este estudio mostraron que todos los grupos mejoraron de igual forma su consumo máximo de oxígeno, la velocidad asociada a esta intensidad, su potencia pico y media durante un test de Wingate, la potencia crítica y la potencia asociada al umbral de lactato.

Por lo tanto, vemos cómo incluir sesiones de intervalos muy cortos (<30 segundos) puede aportar los mismos o incluso más beneficios para el rendimiento en resistencia que series más largas (>3 minutos) o que el ejercicio de larga duración (>30-60 minutos) a intensidad media. Además, se puede apreciar cómo se obtuvieron los mismos beneficios con series de 15 segundos que con series de 30, lo que hace pensar que lo importante podría ser el reclutamiento de fibras rápidas al generar el pico de potencia durante los primeros instantes de las series. No obstante, y a pesar de que este tipo de sesiones de muy corta duración aporta beneficios como el requerir un menor tiempo de entrenamiento, es importante remarcar que la intensidad producida puede ser muy alta y probablemente más lesiva si el deportista no está preparado. Además, creemos que estos estímulos deben ser variados y alternados durante la temporada, progresando por ejemplo desde sesiones más inespecíficas hacia una mayor especificidad con intervalos de trabajo más largos.


REFERENCIAS

  1. Taylor, P, Cicioni-kolsky, D, Lorenzen, C, Williams, MD, and Guy, J. Endurance and sprint benefits of high-intensity and supramaximal interval training. Eur J Sport Sci 13: 304–311, 2013.
  2. Zelt, JGE, Hankinson, PB, Foster, WS, Williams, CB, Reynolds, J, Garneys, E, Tschakovsky, ME, and Gurd, BJ. Reducing the volume of sprint interval training does not diminish maximal and submaximal performance gains in healthy men. Eur J Appl Physiol 114: 2427–2436, 2014.

Pedro L. Valenzuela

Pedro L. Valenzuela (Alcalá de Henares, 1992) es Doctor en Ciencias de la Salud, investigador postdoctoral en el Instituto de Investigación del Hospital 12 de Octubre (grupo de investigación en Actividad Física y Salud, PAHERG), y profesor asociado en la Universidad de Alcalá. Estudió Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, para después complementar su formación con un máster en Fisiología Integrativa. Compagina su labor investigadora tanto en el campo del rendimiento deportivo (habiendo realizado numerosos estudios sobre entrenamiento, rendimiento y nutrición en deportistas de élite) como en el campo de la salud, con especial interés en la aplicación del ejercicio físico en poblaciones clínicas.

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